viernes, 29 de abril de 2011

‘300’


Como ya hemos visto, Hollywood recurre mucho a relatos históricos sobre las guerras griegas y romanas (véase Gladiator y Troya). Otra de ellas es 300, una película que relata la Batalla de las Termópilas pero desde un enfoque diferente, tecnológicamente hablando.
La trama describe la historia del rey espartano Leónidas y sus 300 guerreros espartanos que pelearon a muerte contra el dios-rey persa Jerjes y su armada de más de un millón de soldados. Debido al furor de la batalla, la reina espartana Gorgo intentó conseguir el apoyo de Esparta para su marido incitando al Senado espartano que el “rey moriría si no enviaban a la armada”.
La historia es enmarcada por una narración en off del soldado espartano Dilios. A través de esta técnica narrativa, varias criaturas fantásticas se introducen, colocando a 300 dentro del género de la fantasía histórica. Además de esta técnica, el film se diferencia de los demás films históricos porque fue rodado con una técnica de superimposición de croma, que consiste en la sustitución de un fondo verde por la imagen del paisaje que se pretende mostrar que es incrustada mediante un equipo especializado o un ordenador.


Este tipo de técnica es más frecuente en las películas de ciencia ficción y fantasía, pero en el cine histórico no se suele utilizar mucho ya que normalmente se usan maquetas o se reproduce el paisaje con material físico. Pero en 300 no sólo se utiliza el ordenador para crear los paisajes sino para dar volumen a los músculos y abdominales de los personajes, cosa que hasta ahora siempre se había hecho de manera natural: el actor se pasaba cuatro meses yendo al gimnasio para obtener un cuerpo perfecto. Es decir, el 99,999% de la película fue rodada a PC.


Parece que hoy en día los efectos especiales están pudiendo con nosotros. Intentan crear, físicamente, humanos perfectos y Hollywood no se da cuenta que la perfección, en el ser humano, no existe. Pero, al fin y al cabo, es una película, así que el espectador estará contento con el resultado de la película ya que habrá visto lo que quería ver: paisajes espectaculares y guerreros que se dejan la piel para ser fuertes y valientes.


A mi opinión, en 300, los efectos especiales estropean la película, de forma que pierde credibilidad. Si no fuera por el guión (como olvidar la famosa frase: ¡esto es Esparta!), mi puntuación sería de 1.
Obviamente, al estar hecha toda a ordenador, económicamente les salió a cuenta ya que costó tan sólo 70 millones de dólares, con una recaudación de 456 millones. Vamos, una pasada.
Quizás el público debería replantearse lo que es el buen cine.

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