domingo, 8 de mayo de 2011

‘Quiero ser como Beckham’


Aunque en Estados Unidos está más de moda el fútbol americano, reflejado en muchas películas típicas de instituto donde la más popular sale con el quarterback del equipo, también se ha tratado el fútbol tal y como se percibe a nivel europeo.
Esta vez se trata de Quiero ser como Beckham, una coproducción americana, inglesa y alemana que enfoca el fútbol desde otro punto de vista, más allá de los institutos. El film, estrenado en 2002, cuenta la historia de Jesminder ‘Jess’ Bhamra, una chica india que vive en los suburbios de Londres y que siente una gran pasión por el fútbol, en concreto por David Beckham, que en aquel entonces jugaba en el Manchester United. Es por eso que decide adentrarse en el mundo del fútbol y empieza a jugar en un equipo femenino local, con el objetivo de jugar algún día en la liga americana. Pero, como era de esperar, su familia, tradicional y conservadora, se niega rotundamente a dejarle jugar.


Con esta película, se le da un nuevo enfoque al fútbol. No se trata de plantear el fútbol como una ideología que la afición sigue porque se siente identificada con un equipo. Se trata de ver el fútbol como un deporte, como un juego, que consiste en chutar una pelota y marcar en la portería contraria. Eso es el fútbol. Y eso es lo que vemos en la protagonista.


El mayor sueño de Jess es jugar a fútbol. Pero se le plantean dos problemas: es una chica y encima es india. En el film se ven las discriminaciones que sufre una chica que quiere jugar a fútbol, dado que los hombres lo ven como algo imposible y se creen superiores y más capaces de realizar este deporte. En sí, es lo que vemos cada día en nuestras pantallas de televisión de casa: fútbol masculino y más fútbol masculino. ¿Cuántas veces hemos visto en TVE o en TV3 emitir un partido protagonizado por chicas? Nunca. ¿Por qué? Porque la gente prefiere ver fútbol masculino, quizás porque creen que los hombres tienen más técnica y son más salvajes jugando, por lo que da más espectáculo. Puro machismo.


Otra cuestión es el tema de la religión. En la cultura india y en muchas otras, la mujer está obligada, desde que nace, a encontrar un buen marido al que alimentar y cuidar. De este modo, la mujer no puede hacer lo que quiera y mucho menos jugar al fútbol, así que sufre una doble discriminación.
Pero en Quiero ser como Beckham, Jess lo consigue. Consigue jugar a fútbol de tal modo que sus amigos y sus padres se ven obligados a aceptar su sueño dado que ven posible que una chica practique el deporte, y no sólo bien, sino incluso mejor que cualquier chico.


Dejando de lado el tema del fútbol, estamos en Hollywood’s superproductions, por lo que habrá que relacionar de alguna manera el film con el cine americano. Como era de esperar, algunos de los actores son de renombre, como Keira Knightley y Jonathan Rhys Meyers. No obstante, se llegó a crear una buena producción con la ausencia de efectos especiales, con tan sólo un presupuesto de 3 millones de dólares, que es poco para Hollywood.

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