Llamamos superproducción a aquella película llevada a cabo con grandes presupuestos y espectacularidad, que está asociada con la industria cinematográfica de Hollywood. Como todos ya sabemos, Hollywood es la industria cinematográfica más potente del mundo, y está producida, distribuida y explotada por un gran número de empresas. En este conjunto, siete ejercen un auténtico control sobre la economía norteamericana. Se trata de las majors (majors companies, denominadas también los estudios de Hollywood).
Estas empresas son sociedades integradas que ejercen su actividad en todos los campos de la industria cinematográfica. Estas siete empresas o majors son: Walt Disney, Metro Goldwyn Mayer y United Artist, 20th Century Fox, Sony Pictures, Warner Bros., Paramount Pictures y Universal.
La industria cinematográfica es un negocio arriesgado. Cada uno de los estudios principales encarga un centenar de guiones al año, de los cuales ni una decena llegan a la fase de preproducción.
Es difícil saber cuando una película será un éxito o no. Es por ello que Hollywood recurre a las superproducciones. La gran mayoría de las superproducciones se caracterizan por la aparición de actores famosos, al igual que el director de la película, y están dotadas de grandes efectos especiales y espectaculares escenarios que parecen imposibles de lograr. Pero con dinero todo es posible.
No obstante, habría que cuestionar la originalidad de estas superproducciones ya que por muy extraordinarias que sean visualmente, la calidad la pierden en la temática. Constantemente, recurren a remakes de películas de éxito en taquilla, adaptaciones de cómics basados en las aventuras de un superhéroe y adaptaciones de videojuegos. Es decir, son productos prefabricados. Aún así, estos filmes llegan a triunfar y a recaudar una cantidad importante de dinero que supera el presupuesto final de estos.
Un ejemplo de remake es el de Titanic, película de James Cameron estrenada el 19 de diciembre de 1997. Sin duda alguna, fue la superproducción más cara de todo el siglo XX, y de toda la historia del cine hasta el momento, con un presupuesto de 240 millones de dólares y con una recaudación de 2.200 millones. Pero no se trataba de la primera película que llevaba la historia del Titanic al cine ya que en 1912, justo un mes después del hundimiento del buque, Eclair Moving Picture Company rodó la primera película sobre este acontecimiento titulada Saved from the Titanic (Salvada del Titanic). Años después, se llegaron a hacer siete filmes más sobre el Titanic, pero es innegable que James Cameron llegó a lo más alto con Leonardo DiCaprio y Kate Winslet.
Con Titanic, Hollywood se presenta al siglo XXI con una gran cantidad de proyectos por delante, dispuestos a arrasar en taquilla.
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